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Con la IA, las estrategias comerciales y de marketing de los minoristas ya no se basan únicamente en intuiciones.

La inteligencia artificial (IA) ha revolucionado muchos sectores, y el comercio minorista no es una excepción. Durante mucho tiempo abrumado por enormes volúmenes de datos de productos y clientes sin explotar, el sector minorista ha encontrado ahora una solución gracias a la llegada de la IA. Los minoristas están adoptando cada vez más herramientas sofisticadas basadas en la IA para recopilar, analizar y aprovechar estos valiosos datos. Esta transformación ha permitido a las marcas descubrir nuevos conocimientos y optimizar su toma de decisiones, así como sus estrategias de producto, tanto a nivel comercial como de marketing.

La llegada de la inteligencia artificial al comercio minorista

Inmerso en un volumen colosal de datos de campo, el sector minorista ha preferido durante mucho tiempo dejar de lado estos datos, al no saber cómo recopilarlos y explotarlos. Pero la llegada de la IA está cambiando las reglas del juego. Desde hace varios meses, los minoristas se están dotando de IA cada vez más sofisticada para recopilar y explotar los datos. Tickets de caja, sensores en estanterías, sensores de stock o opiniones de clientes… La información contenida en estos datos se recopila, clasifica y analiza mediante algoritmos de IA para extraer información útil para la toma de decisiones y la implementación de acciones comerciales y de marketing.

Aunque hoy en día el mundo del comercio minorista está adoptando poco a poco la IA, sigue habiendo escepticismo sobre su capacidad para recopilar y analizar grandes volúmenes de datos. Sin embargo, la capacidad de la IA para realizar tareas repetitivas es muy superior a la de la inteligencia humana. Una vez entrenada, la IA puede recopilar y procesar millones o incluso miles de millones de datos sin mostrar nunca una disminución del rendimiento. Una IA trabaja las 24 horas del día, los 7 días de la semana, nunca se cansa y comete muy pocos errores. Este rendimiento permite a los minoristas recopilar y procesar rápidamente los datos de más de un centenar de productos. Esta visión de 360° de los puntos de venta permite a las marcas detectar señales débiles que de otro modo habrían pasado desapercibidas. Así, en la década de 2010, cuando la IA aún no se había democratizado en este sector, muchos minoristas no se dieron cuenta del atractivo que tenían para los clientes los productos ecológicos o los champús sólidos. Con el auge de la IA, estas tendencias de productos pueden detectarse fácilmente. En 2020, gracias al análisis de datos de campo mediante IA y a las acciones llevadas a cabo en las tiendas, las ventas de champús sólidos aumentaron un 14 %. Estos productos han ganado visibilidad y presencia en los lineales de los grandes y medianos comercios. La IA ayuda a los minoristas a seleccionar las categorías de productos para promocionarlas en el momento adecuado. La IA procesa y analiza constantemente nuevos tipos de datos para ofrecer a los consumidores los productos que mejor se adaptan a sus necesidades.

Definir la finalidad de los datos para limitar la recopilación a los datos

Si bien con la inteligencia artificial la recopilación de datos es un juego de niños, es preferible identificar de antemano la finalidad de dichos datos. Este enfoque no solo permite reducir el ámbito de la recopilación, sino también cumplir con el RGPD, normativa que exige recopilar y tratar únicamente los datos necesarios para alcanzar un objetivo específico. La identificación previa de la finalidad de los datos facilita, por tanto, la justificación de la recopilación y permite centrarse únicamente en los datos necesarios.

Al dar voz a los datos, las marcas aumentan el nivel de detalle de su conocimiento sobre las ventas y el comportamiento de los clientes. Con esta información, los minoristas pueden adaptar sus estrategias comerciales y de marketing a las necesidades locales.

A partir de la recopilación de datos sobre el terreno gracias a soluciones de inteligencia artificial para el comercio minorista, los profesionales pueden dar una nueva dimensión a su trabajo en los puntos de venta y desarrollar nuevas responsabilidades. Gracias a sofisticadas herramientas de IA, ahora pueden recopilar y explotar grandes volúmenes de datos para tomar decisiones informadas. Además, al definir la finalidad de los datos recopilados, los minoristas no solo pueden cumplir con la normativa vigente, sino también centrarse en la información relevante para alcanzar sus objetivos.

A medida que avanzamos en esta era de la inteligencia artificial en el comercio minorista, es fundamental que los profesionales del sector se mantengan al día de los últimos avances tecnológicos y sigan aprovechando los conocimientos extraídos de los datos. Mediante el uso ético y responsable de la IA, los minoristas pueden seguir optimizando su rendimiento, satisfaciendo las expectativas de los consumidores y dando forma al futuro del sector minorista.

En definitiva, la llegada de la IA al sector minorista ha abierto nuevas perspectivas y ha aportado nuevos conocimientos. Aprovechando estas oportunidades, los minoristas pueden transformar su enfoque comercial y adaptarse eficazmente a un entorno en constante evolución.

*fuente